La gastronomía monástica posee un notable valor histórico y cultural. Además, es una cocina que utiliza productos fáciles de encontrar: harina, azúcar, miel, leche, almendras o aceite de oliva. Ingredientes de calidad a los que hay que dar un tratamiento artesanal cuidando con mimo los detalles.
Este libro pone al alcance de todos recetas exquisitas, referentes de la cultura gastronómica de los pueblos y ciudades de nuestra geografía, que las distintas órdenes religiosas se han encargado de mantener vivas.
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